miércoles, 26 de enero de 2011

La Noche

.
.
Me habla de él, me cuenta de México, de Uruguay, los contrastes. Fumamos, intercambiamos humo, avanzamos juntos hacia la boca de un animal semimuerto: la noche. Lo veo hablar, lo miro mientras caminamos, lleva las manos metidas en los bolsillos del saco, como si escondiese algo. No se quita el cigarrillo de los labios. Dice: Estoy escribiendo sobre nosotros. Lo miro, pero no dice nada más. No me importa, no podría importarme, la imagen en mi cabeza no lo incluye, pienso en Norma, la noche me la trae como a un sueño o a un pájaro, y creo que la amo, que siempre la amé, que no la comprendo y aún así no puedo dejar de amarla. Dice algo más, pero yo ya no lo escucho, somos dos peces en la noche.
.
.
Nicolás Reffray